La economista Dilma Rousseff asumió este jueves susegundo mandato de cuatro añoscomo jefe de Estado de Brasil, en un acto celebrado en el pleno de la Cámara de Diputados, en Brasilia.
"Prometo
mantener, defender y cumplir la Constitución; observar las leyes;
promover el bien general del pueblo brasileño, sustentar la unidad, la
integridad y la independencia de Brasil, así lo prometo", juro la
mandataria en una sesión solemne encabezada por el presidente del Senado, Renan Calheiros.
El
nuevo mandato de la primera mujer en llegar a la Presidencia brasileña
elevará a 16 años el período del Partido de los Trabajadores (PT) en el
poder en Brasil, tras los ocho años de Gobierno de Luiz Inácio Lula da
Silva (2003-2010), el padrino político de Rousseff.
Tras el juramento de Rousseff, de 67 años, su vicepresidente, Michel Temer, un abogado de 74 años, asumió el mismo compromiso.
Luego
de las fórmulas de rigor en una ceremonia abierta con la interpretación
del himno nacional por parte de la banda de fusileros navales,
Calheiros declaró a Rousseff y a Temer investidos como presidenta y
vicepresidente de Brasil, respectivamente, para el período 2015-2018.
La
jefa de Estado fue reelegida para un segundo mandato en octubre pasado
en la campaña más disputada en los últimos años en Brasil y con una
ventaja de escasos tres puntos porcentuales sobre el senador Aécio Neves, que prometió liderar una enérgica oposición en los próximos cuatro años.
Otros
desafíos que esperan a la gobernante son el gigantesco escándalo de
corrupción en la petrolera estatal Petrobras que puede salpicar a varios
de sus alisados y un prometido y duro ajuste fiscal para enderezar la
desacelerada economía, que este año tan sólo creció un 0,14 %, según las
últimas proyecciones de los economistas.
Según fuentes
oficiales, el marco de los planes económicos del nuevo Gobierno será
anunciado este mismo jueves por Rousseff durante el discurso que
pronunciará en el Congreso tras su juramento.
Tras prestar
juramento ante el pleno bicameral y las delegaciones extranjeras,
Rousseff se dirigirá al vecino palacio presidencial de Planalto, en
donde pronunciará otro discurso, esta vez ante al público concentrado
frente a la sede del Gobierno, y posteriormente recibirá el saludo de
los jefes de Estado y de Gobierno presentes en la investidura.
A
la ceremonia de investidura asisten los presidentes de Bolivia, Chile,
Costa Rica, Paraguay, Uruguay y Venezuela, así como los vicepresidentes
de China, Estados Unidos y Argentina -en esa orden los mayores socios
comerciales de Brasil- y delegaciones de otros 70 países.
La
única presidenta ausente entre los países del Mercosur será la argentina
Cristina Fernández, quien sufrió una fractura en un tobillo y envió en
su lugar al vicepresidente Amado Boudou.
En la sede de la
Presidencia Rousseff también pondrá en funciones a los 39 ministros de
su nuevo Gabinete, posará para la fotografía oficial de la investidura y
se dirigirá al cercano Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de
Relaciones Exteriores, donde será ofrecido un cóctel para las
autoridades extranjeras y otros cientos de invitados, con el que se
pondrá fin a las ceremonias.
En Itamaraty la mandataria tendrá
una reunión privada de diez minutos con el vicepresidente de Estados
Unidos, Joe Biden, y otra con la directora general de la Unesco, Irina
Bokova.
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